martes, 20 de junio de 2017

LUCAS 3



1 En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia,
2 y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Juan el bautista: Había sido escogido por Dios para ir delante en  el camino de Jesús y preparar a las personas para el ministerio de nuestro Señor Jesucristo, en el desierto le llega palabra de Dios, y comienza a cumplirse su palabra profética dando inicio a su ministerio publico; predica sobre el arrepentimiento de pecado y hacer frutos dignos de arrepentimiento. Llevando el mensaje de Dios por toda aquella región del Jordán,  en este proceso de anunciar la palabra de Dios le tocó exhortar a Herodes el tetrarca por que éste vivía con la mujer de su hermano, asunto que le costo la vida a Juan el Bautista. Hay muchos mártires de Dios que han defendido la causa de su palabra, pero estamos llenos de certeza que él tiene un premio para cada una de estas personas en su gloria y dará la recompensa de forma singular por el sufrimiento que haya tenido en esta tierra. La palabra de Dios debe ser nuestro sentido de pertenencia para encontrar en ella los valores éticos y morales del hombre, ella es salvación y tropiezo para la humanidad. Si estas en un estado de sufrimiento por causa de la palabra de Dios no te desanimes, muchos hombre de Dios deben pasar por el desierto hasta estar con Cristo en su gloria. TU O YO PODEMOS SER UN MÁRTIR DE CRISTO EN ESTA TIERRA. 
3 Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados,

4 como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice:
Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor;  Enderezad sus sendas.
5 Todo valle se rellenará,  Y se bajará todo monte y collado;  Los caminos torcidos serán enderezados,  Y los caminos ásperos allanados;
6 Y verá toda carne la salvación de Dios.
7 Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?
8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.
9 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego.
10 Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos?
11 Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.
 12 Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos?
13 Él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado.
14 También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.
15 Como el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo,
16 respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

17 Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.
18 Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba las buenas nuevas al pueblo.
19 Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho,
20 sobre todas ellas, añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel.  El bautismo de Jesús
21 Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió,
22 y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
 Genealogía de Jesús
23 Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí,
Esta genealogía  lo que busca es dar una trazabilidad de la descendencia familiar y humana de los orígenes de Jesús, quizás puede ser un poco aburridora pero en ella se ve reflejado que Cristo tiene una descendencia humana, en este caso nos lleva paso a paso desde José su padre de crianza humana hasta Adán. 
24 hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José,
25 Hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahúm, hijo de Esli, hijo de Nagai,
26 Hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Semei, hijo de José, hijo de Judá,
 27 Hijo de Joana, hijo de Resa, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Neri,
28 Hijo de Melqui, hijo de Adi, hijo de Cosam, hijo de Elmodam, hijo de Er,
29 Hijo de Josué, hijo de Eliezer, hijo de Jorim, hijo de Matat,
 30 Hijo de Leví, hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim,
31 Hijo de Melea, hijo de Mainán, hijo de Matata, hijo de Natán,
32 Hijo de David, hijo de Isaí, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Salmón, hijo de Naasón,
33 Hijo de Aminadab, hijo de Aram, hijo de Esrom, hijo de Fares, hijo de Judá,
34 hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, hijo de Taré, hijo de Nacor,
35 Hijo de Serug, hijo de Ragau, hijo de Peleg, hijo de Heber, hijo de Sala,
36 Hijo de Cainán, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé, hijo de Lamec,
37 Hijo de Matusalén, hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalaleel, hijo de Cainán,
38 hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.